La Doncella de Hierro agotó entradas en Argentina y brindó un concierto inolvidable. La crónica a continuación:

Ph: Victor Guagnini

Viernes a la noche y todavía en Córdoba, nos aventuramos a partir nuevamente a la Ciudad de la Furia porque teníamos una cita impostergable con una Doncella… la Doncella de Hierro que visitaba una vez más nuestro país. De la mano de CIRCUS TOURS partimos hacia Buenos Aires cómodos y seguros para disfrutar una noche única.

Ésta no era una velada más para Iron Maiden, ya que el Estadio José Amalfitani, los esperaría con un marco increíble que le sumaba importancia las localidades agotadas para recibir a la banda de Steve Harris y los suyos, con su nueva gira “Legacy of the Beast Tour”.- 

Pasadas las 17:15 hs del Sábado se dió puerta para que el público metalero que había soportado intensas lluvias que azotaban Buenos Aires sintiera la seguridad de estar a pocas horas de ver una vez más a Maiden en nuestras tierras. 

Como estaba programado… cerca de las 18:45 hs comenzó el concierto de SERPENTOR, histórica banda de Thrash Metal Argentino que eran los encargados de dar el puntapié inicial en el escenario del José Amalfitani. Con algunos problemas de sonido en las primeras canciones, el enérgico grupo local hizo calentar al público con un repaso de toda su carrera e invitando a la gente a que apoyen el metal nacional! Aplaudidos por una muy buena cantidad de gente que yacía en el Estadio  y grupo de fanáticos que mostraron en la platea una bandera argentina con el logo del grupo, se despidieron del escenario luego de media hora de un set demoledor! 

Pasadas las 19:30 hs apareció en escena THE RAVEN AGE, grupo liderado por el hijo de Steve Harris, George Harris, que ya tiene 10 años en la escena del metal moderno. Con un set que se encargó de presentar mayormente canciones de su nuevo material discográfico titulado “Conspiracy” y demostrando la cantidad de escenarios que ya llevan en sus espaldas con un tecnicismo y  precisión a la hora de ejecutar cada canción, dejando boquiabiertos a quienes veían por primera vez a ésta joven banda, y reafirmando que tienen un gran futuro por delante! 

Como si hubiese salido de una oscura brujería, el cielo comenzó a despejarse para invocar a la bestia… que pasadas las 21:20 hs nos dió la bienvenida con una introducción a cargo de “Doctor Doctor” (Cover de UFO) para que el ansioso público Argentino comenzara a enloquecer. Al apagarse las luces, un avión gigantesco apareció en la parte superior del escenario para que comenzara una velada histórica con “Aces High”.

El poderío de Maiden estaba desplegando virtuosismo por todo el campo con una visión perfecta de juegos de luces y un sonido increíble que llegaba a cada rincon del estadio. Uno de los temas que hace mucho no se veía en vivo fue el gran “Where Eagles Dare” del disco “Piece of Mind”, canción que en las mejores épocas de la banda tocaban con regularidad y que pudimos apreciar en aquella noche una vez más!

Uno de sus más grandes clásicos “2 Minutes to Midnight” fue coreado por las más de 40 mil almas que deambulaban en la casa del histórico club Vélez Sarsfield. Bruce Dickinson desplegó su voz en “The Clansman”, una canción de la época de Blaze Bayley adaptada a la perfección al estilo de Bruce para que nuestros oídos se deleiten con esa hermosa melodía.

La batalla épica se dio en “The Trooper” en donde salió Eddie a luchar contra el grupo Británico a cuerpo y espada. Un magnífico show musical y teatral que nos brindaron a lo largo de todo el concierto. Sin embargo, uno de los momentos más altos en cuanto al ferviente público, fué cuando Dickinson comenzó a flamear la bandera Argentina y con el mástil de la misma disparó directo al pecho del batallante Eddie que logró darse por vencido después de semejante acto! 

Entre clásicos, sonaron “Revelations” y una gran canción del disco “A Matter of Life and Death” titulada “For the Greater Good of God”.

Ph: Victor Guagnini

El riff más poguero fue el de “The Wicker Man” con un coro que parecía hacer temblar los cimientos del coloso Amalfitani. Le siguió un ritual que se hizo presente cuando entre cruces se interpretó la gran canción “Sign of the Cross” para volverse fuego en el cielo con una imponente presentación, apreciando las habilidades de un Nicko McBrain imparable que llevaba en todo momento los cambios y pasajes en la batería de este majestuoso tema.

Un gigantesco cuerpo alado apareció en “Flight of Icarus” dando una performance de lujo. Y Entre ocultismos y sombríos susurros apareció Bruce con una vestimenta escalofriante y un farol de mano para interpretarnos el clásico “Fear of the Dark”.

El rostro de la bestia emergió del escenario para acoplarse con “The number of the beast” y darle lugar a uno de los primero clásicos de la banda… “Iron Maiden” que nos transportó a los primeros años del grupo. Fue luego en “The Evil that Men Do” donde las guitarras de Dave Murray, Janick Gers y Adrian Smith se unieron en melodías para ofrecernos esa impecable canción llena de emotividad. 

La canción “Hallowed be Thy Name” volvió a adentrarnos en las penumbras armonías de Maiden. Fue en el ocaso del show en donde Steve Harris con su particular manera de tocar el bajo nos llevó al galope para drenar toda nuestra energía en “Run to The Hills” y así una vez más darle cierre a un concierto inolvidable que quedará en la historia de la música y de lo que se haya visto en Argentina, llenando una vez más un estadio, demostrando que el poderío del Metal sigue inmenso en esta parte del mundo, y esperanzándonos de que habrá Doncella de hierro para rato.