El emblemático grupo Noruego hizo vibrar las paredes del Teatro Flores y nosotros estuvimos ahí… La crónica a continuación:
El 11 de noviembre del corriente año 2018 se presentó en el Teatro Flores ubicado en la capital de Buenos Aires el emblemático grupo noruego de Black Metal Dimmu Borgir para adentrarnos en un concierto oscuro, tenebroso e impactante. Cuero Y Metal estuvo presente para contártelo:
Los noruegos vinieron para dejar su sello y presentarnos su más reciente disco titulado “Eonian” lanzado este año del cual interpretaron las canciones “The uveiling”, “Archaic correspondence”, “Council of wolves and snakes”, “I am sovereign” e “Interdimensional Summit”.
El concierto desbordó oscuridad y poderío desde principio a fin. La original fusión entre la música sinfónica y el pesado Metal se engranaron para crear una atmósfera funeraria y exorbitante. El show visual, las luces y el humo dieron una perspectiva impactante que arrasaba a todo el Teatro y asustaba hasta al metalero más valiente. En todo este contexto se interpretaron canciones de culto como lo son “The chosen legacy” y “The serpentine offering”. Dos obras majestuosas pertenecientes al disco “In sorte Diaboli” que deambulaban entre el Black más diabólico y las marchas orquestales más guerreras.
Otras canciones como “Gateways”, “Indoctrination” y “Puritania” seguían plantando bandera de que cuando se trata de Symphonic Black Metal, Dimmu Borgir es de las más ejemplares para demostrarlo en vivo, proponiendo esa cruda y violenta música desde el doble bombo y las ruidosas y distorsionadas guitarras sumado a las notas más graves e intervalos más sombríos, agregándole por su puesto los coros y los teclados para cerrar en un estilo híbrido y perfecto.
La velada finalizaba con dos grandes temas, “Progenies of the great apocalypse” perteneciente al gran disco “Death cult armageddon” y la canción “Mourning palace” perteneciente al disco “Enthrone darkness triumphant”, para de esta manera cerrar el espectáculo carbonizando nuestro oídos con su legado musical.
CRÓNICA: Luis Ignacio Pucheta (CUERO Y METAL)